6.6.10

Con o sin palabras de este mundo

Extraño el verano
el olor y la luz de la ventanta en octubre, la lluvia de libélulas en el jardín
en algún atardecer cualquiera de enero,
el río, absorto, impune, la inmensidad condensada en nuestra casa.cocina

Extraño la sal, es decir, el gusto a sal en la piel, áspera,
formando arrugas en las comisuras... que casi ni se ven
y pienso que
un amor de verano que se prolonga hasta el otoño deja de ser infinito.

 extraño es un verbo
que, más que nostalgia,
es algo que el cuerpo
ya no percibe...

Y me pregunto hasta cuándo mi cuerpo va a dejar de percibirte...
Después vienen las reconciliaciones amables y el deseo que seas feliz
y los buenos recuerdos que se asimilan y las distancias solemnes y respetuosas
y las preguntas por cortesía: "¿Tus viejos? ¿Tu hermana? ¿Tu vida?"

Tu vida... tu vida que no imagino sin mí, por eso pregunto...

(Cuando en realidad no, no quiero, no quiero saber quiero solamente que venga
un tren y me rapte por completo
un barco llevándome o algo que con o sin palabras de este mundo
parta de mi pero para siempre, y siempre dura tan poco... )