20.6.10

Continuacíón

o: Manifiesto III
el patetismo de una vida
el patetismo de cualquier vida


es esto:
no alcanza un entierro completo
para resguardarse del frío


un entierro no es la muerte;
la muerte es un viejo desabriéndose con la boca torcida
mordiendo sólo con los dedos entumecidos la sábana,
las manos rotas
rojas
esporas






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ya no quiero esperar más












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mis años
enjaulados mis años
sonrojo
 una voz que
no vale nada
nada vale
NADA,
una estupidez cansina
de alguien estúpido para quien
"las cosas valen"
y siempre arma clichés y frases huecas
"vale la pena"
"vale oro"
"mas vale..."


¿quiénes valen?
¿qué vale?
¿una situación? ¿una persona? ¿una carrera universitaria?
¿los viajes? ¿las relaciones?


me río.
me río y por dentro me parto y desdoblo
y vuelvo a sentir
esas ganas
tétricas ganas
como un imán gigantesco, esas ganas...
tentadoras ganas
inmensas ganas
irresistibles, más que eso, más que nada, más que cualquier otra cosa en el mundo en este momento
me quiero ir.
me separo de mí
ya colgué las horas de un blanco
 ya colgué mis horas,
porque pertenecer


cuesta muy caro.




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Dejé atrás
más vicios
que la heroína








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Literalmente,
cuando el dolor se apaga
(siempre quise bailar butoh pero, letras... la puta, che)


decía, cuando el dolor se apaga
(no estoy hablando de la tragedia ni de la tristeza: sería más fácil)
¿cómo se llama?






(Pessoa diría:)






¿desasosiego?